Incluso al final del tiempo, ¡byuun!

La felicidad es un tema que a más de uno nos ha traído quebraderos de cabeza. Hoy, en 'Tortilla de mi padre', de nuevo, la reflexión filosófica es la que tendrá cabida esta semana. Os plantearé la teoría que tengo yo sobre el concepto 'felicidad', siendo, la verdad, una teoría que representa la mayor gran parte de mi forma de ver la vida, la que me hace ser y actúar de una determinada manera y con un fin específico. Veamos..

Pienso que el ser humano mantiene su felicidad a base de metas: la felicidad es más andar por los caminos buscandola que tenerla. Me explico, cuando tenemos metas y objetivos, y los vamos cumpliendo, vamos añadiendo nuevas dosis de felicidad a nuestro estado anímico. Cuando hemos cumplido una determinada meta, autómaticamente, creamos nuevos objetivos para mantener nuestra felicidad en equilibrio. Normalmente, el ser humano, como persona inquieta e inconformista, cada día buscará una nueva meta que cumplir. Las metas pueden ser muy variadas: a largo plazo, utópicas, a corto plazo, para realizar diariamente.. cada una de ellas tienen prioridades diferentes.

Cuando una de nuestras metas de mayor prioridad se ve incumplida, o nos da la sensación de que no tenemos objetivos que cumplir es cuando en el ser humano se produce una profunda sensación de depresión, una desmotivación por la rutina y por el hecho de que notemos los días vacíos e iguales. Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que el ser humano es alguien que necesita algo que conseguir, y el hecho de que tengamos algo que conseguir es lo que nos hará con mayor seguridad seres felices.

Pongamos un ejemplo de mi concepto de felicidad:

El sueño de alguien puede ser ir a Japón. Lo que le mueve a esa persona día tras día es ir acumulando granito a granito los elementos necesarios para el viaje: antes de cumplir esa gran meta, ese alguien cada día conseguirá algo que en el futuro le permitirá hacer ese viaje. Sus ilusiones se irán alimentando, e irá adquiriendo pequeñas dosis de Felicidad que mantendrán ésta en equilibrio, al notar como cada día va consiguiendo algo nuevo. El hecho de que esa persona consiga pequeños elementos, le hará formularse nuevas metas en búsqueda de metas mayores que le lleven a viajar al país nipón, y que mantendrán su felicidad en un estado de equilibrio, pues según mi, la felicidad plena no existe, sino una felicidad equilibrada que nos mantiene, generalmente, con ilusión según pasan los días.

Si esa persona llega a Japón, verá cumplida su gran meta. Pero todo esto no acabará así: autómaticamente, se formulará nuevas metas, aunque puede que inconscientemente. Esas nuevas metas surgidas tras cumplir los anteriores objetivos pueden ser muchas: visitar el Comiket, visitar algún distrito, visitar determinadas ciudades, cuando acabe su viaje volver algún día, relacionarse con gente japonesa..

Por lo tanto, el ser humano constantemente estará formulandose nuevas metas. Si fuese el caso contrario, y que, por algún motivo, esa persona no pudiese viajar a Japón por determinadas circunstancias, caería en un estado de abatimiento y posiblemente se llevase un tiempo sintiendose caído y sin ilusión, hasta que termine por formularse nuevas metas que le impulsen a seguir hacia adelante. Esto se puede aplicar en múltiples temas: encontrar el amor (una vez lo encontramos, se formula la nueva meta de 'cuidar la relación y que el amor mantenga viva su llama'), tener una familia, encontrar trabajo, cuidar de nuestras amistades.. o incluso simplemente existen metas menores como 'tener un buen día'.. en la vida del ser humano corren gran importancia las metas, determinantes de que exista felicidad e ilusión. Normalmente, pasaremos por períodos más estables cuando sentimos que día tras día, tenemos algo que cumplir.

Esto es un claro condicionante de mi forma de ser, quienes me conozcan bien, verá que soy una persona que para pasar el día a día con más fuerzas, siempre necesita esperar algo (bien un viaje, un salón del manga, una partida de rol, un fin de semana..), y además, siempre estoy cuestionandome en que puedo mejorar, en que he mejorado, o que objetivos puedo plantearme para un año determinado: eso es lo que ha llevado a anunciaros mi pensamiento sobre la vida y la felicidad del ser humano.